Cuando nos vamos de viaje, pensamos en todo la ropa que debemos llevar, los zapatos y algunas de ustedes incluso deben pensar en una pastilla para cualquier dolor que pudiera darles en el viaje (siempre es mejor prevenir).
Hoy quiero compartirles lo que no puede faltar en mi kit de viaje, piezas esenciales que me ayudan a disfrutar de mis días fuera de casa con tranquilidad.
1.Aceites esenciales.
Tengo al menos 3 años de no usar perfume o fragancias. La mayoría de fragancias suelen ser disruptores endocrinos, que desequilibran muchísimo nuestro sistema hormonal (si igualmente no puedes dejar tu fragancia favorita, al menos procura rociarla en tu ropa, no en tu piel).
Volviendo al tema de los aceites, los he usado por años como fragancia para refrescarme. Los uso en difusores en la casa, para hacer productos de limpieza para la casa y para ponerle a mis lociones o cremas humectantes y darles un buen aroma.
Estos aceites tienen grandes beneficios para la salud, para relajar, sanar, aliviar o mejorar condiciones. Los buenos olores, logran cambiar incluso nuestra respuesta ante el dolor.
Mis favoritos para llevar en mi maleta?
Árbol del Té, lavanda, orégano, menta y los cítricos (en un próximo post te explico sus beneficios).
Estos aceites los uso en difusores, con aceite de coco, en la almohada, para aliviar dolor de cabeza, mareos o náuseas durante un viaje, además por las noches me encantan para relajar.
2. Carbón activado
Porqué llevo carbón en polvo? Aquí la respuesta:
3.Aceite de coco
Excelente para la piel: humecta e hidrata. Lo uso (junto con unas gotitas de aceite de limón o menta) en mi piel ya que al viajar en avión la piel suele deshidratarse. También lo uso en los labios y el cabello. Lo que suelo hacer es ponerlo en un recipiente pequeñito.
4. Plata coloidal
No recomiendo su uso a diario, como muchas personas lo hacen, pero sí creo en sus propiedades para combatir algún virus o bacteria. La plata coloidal fue el primer antibiótico natural que se utilizaba, sin necesidad de acabar con la microflora benéfica del organismo.
Cuando siento que me empieza a picar la garganta, me tomo 1-3 cucharaditas al día y me funciona de maravilla, al igual que el propóleo de abeja. Actúan acabando con una posible gripe o infección.
5. Probióticos
Suelo comer bastantes alimentos fermentados, como el chucrut, kombucha, kéfir o rejuvelac, pero cuando salimos de viaje me gusta llevar mi dósis de probióticos para tomar diario. Esto fortalece el sistema inmunológico y así evita posibles enfermedades durante el viaje. Me aseguro de que me proporcione AL MENOS 2 billones de bacterias por dosis.
6. Infusiones
Estas nunca faltan en mi bolso de viaje. Siempre procuro llevar jengibre y limón para las náuseas, menta para la indigestión o calmar el tracto digestivo y una que otra vez canela para acabar con antojos de dulce. Lo bueno es que sólo se pide un vasito de agua caliente en el aeropuerto, estación de bus u hotel y usas tus propias infusiones.
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Si aparte de estas recomendaciones quisieran llevar sus medicamentos tradicionales, no hay problema, pero al menos intenta primero con esto antes de acudir como locas a tomarse montones de antihistaminicos o desinflamatorios sin haber una necesidad.
Y antes de que surja la duda: NO! nunca me han dicho nada cuando los cargo en mi equipaje de mano. Cuestión de suerte supongo!